Durante años, he observado cómo en muchos proyectos la gestión de riesgos se aplica de forma mecánica, como si fuera una receta de cocina. Se repiten mapas de calor, matrices extensas, listas de chequeo, análisis exhaustivos… sin importar si el proyecto apenas representa una exposición mínima.
Ser parte del supuesto erróneo de que todos los proyectos requieren el mismo tratamiento. Como si todos fueran misiones críticas. Como si más herramientas significara mayor control. Pero la realidad es otra.
Si al planear la gestión de riesgos sientes que estás sacando una bazuca para matar un mosquito, este artículo es para ti.
¿Qué es Risk Tailoring?
Adaptar la gestión del riesgo —Risk Tailoring— es la capacidad de tomar el conjunto de herramientas, técnicas y procesos de gestión de riesgos disponibles en la organización, y ajustarlos al contexto único de cada proyecto.
No se trata de hacer menos, ni de improvisar. Se trata de diseñar una estrategia de riesgos eficiente, inteligente y ajustada a la complejidad, experiencia del equipo y tipo de enfoque (ágil, predictivo o híbrido).
Este enfoque está incorporado en la certificación PMI-RMP®, que promueve una gestión de riesgos contextualizada, estratégica y orientada al valor.
¿Por qué adaptar?
Porque la gestión de riesgos debe ser proporcional al nivel de incertidumbre, impacto potencial y valor del proyecto.
El objetivo es evitar el desgaste innecesario, asegurar que el esfuerzo invertido sea coherente con la magnitud de los riesgos y que las herramientas utilizadas realmente generen decisiones útiles. Gestionar riesgos no es llenar formatos: es construir escenarios de acción y anticipación, con sentido y propósito.
¿Cómo hacerlo? Un enfoque práctico
Todo parte de un análisis del contexto del proyecto. Esto implica identificar factores internos y externos que influyen en la gestión del riesgo. A continuación, un modelo de clasificación por características clave:
Cada nivel puede asignarse una ponderación para valorar la complejidad del proyecto (por ejemplo: 4, 8, 12, 16) y así definir el nivel de profundidad requerido en la gestión de riesgos.
Selección de herramientas según la complejidad
Con base en la complejidad identificada, se puede construir una estrategia de gestión de riesgos que integre solo las herramientas necesarias en cada etapa:
Este enfoque permite ajustar el esfuerzo al valor real del proyecto, enfocándose en lo que realmente importa.
¿Cuándo y dónde aplicar el Risk Tailoring?
- Cuándo: Durante la fase de planificación del proyecto.
- Dónde: En talleres colaborativos con el equipo de trabajo, sponsors y principales interesados, donde se defina el enfoque, las prioridades y las prácticas a adaptar.
¿Y ahora qué?
Si te sientes identificado con esta visión, es momento de llevar tu gestión de riesgos a otro nivel. La certificación PMI-RMP® no solo te forma en técnicas avanzadas, sino que te entrena para tomar decisiones contextuales, inteligentes y centradas en valor.
En Grupo Souza , Centro ATP del PMI, te acompañamos a dominar el Risk Tailoring y certificarte como Risk Management Professional con un enfoque completamente práctico, humano y estratégico.
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